30.3.08

PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN en Parque Norte



Jueves, 27 de marzo de 2008


Compañeros; hermanos y hermanas: muchas gracias, compañeros, compañeras, hermanos y hermanas, por un minutito nada más enrollemos las banderas, luego las desplegamos como siempre, como siempre, por favor, gracias. (APLAUSOS).

El 10 de diciembre, cuando por primera vez como Presidenta electa de todos los argentinos, en elecciones libres y democráticas, me dirigí a todos los argentinos y argentinas, tal vez algunos no recuerden, les dije que por ser mujer me iba a costar más y no me equivocaba a las mujeres siempre todo nos ha costado más, pero tambièn somos las mujeres las que jamás abandonamos nuestro puesto y nuestro lugar de lucha. (APLAUSOS).
Quiero amigos y amigas, compañeros y compañeras, en esta tarde, en la cual nos hemos desbordado en la cantidad de compañeros, amigos, que hoy nos hemos encontrado aquí, reflexionar con todos ustedes, junto al resto de los argentinos. Siempre he creído que cuatro son las condiciones que caracterizan la condición humana: la racionalidad, la sinceridad, la sensibilidad y la responsabilidad. Y bajo esta caracterización de lo que creo los cuatro atributos fundamentales en todo ser humano, cualquiera sea el lugar que ocupe: puede ser Presidenta de la República, puede ser un dirigente sectorial, puede ser un dirigente social, de una ONG. Todos, absolutamente todos debemos actuar bajo estas cuatro premisas: racionalidad, sinceridad, sensibilidad y responsabilidad.
Y permítanme, antes de introducirme en el tema puntual, en estos días que han pasado, luego del día martes, cuando hablé en el Salón Sur, de la Casa Rosada y en la cual después vi escrito, en letras de molde, que por mi discurso, duro, según la caracterización que hicieron algunos medios, hubo una suerte de cacerolazo acá en la Capital Federal; permítanme, escuchémonos, por favor se los pido, es importante no ocultar las ideas con los gritos, es importante poder escucharnos, es importante poder reflexionar no solamente para nosotros los que estamos aquí, sino para todos los argentinos. Vi escenas, vi carteles, escuché voces, discursos, caras que poco tenían que ver con una conflictividad sectorial con un sector económico, por parte del Gobierno.

Escuché, también invocaciones, por no decir insultos, a mi condición de mujer, ustedes saben no necesito explicarlo, pero eso siempre nos pasa a todos las mujeres, se puede ser Presidenta de la República, jardinera, médica, que si tienen que criticarte y sos mujer lo hacen por el género, no por si sos buena Presidenta, mala Presidenta, buena jardinera o mala jardinera, es casi una capitis diminutio el género, pero bueno dolió. (APLAUSOS). Vi también escrito, lo vi fotografiado en un diario un cartel que decía: "Kirchner montonero", no fue eso lo que más me preocupó, han dicho otras cosas también del ex presidente. Debajo de eso decía: "Videla volvé". Por favor, quiero que reflexionemos, no estoy hablando para el grito ni para el aplauso, quiero que reflexionemos. Pregunté y me pregunto todavía quién será el que pudo escribir eso, será una mujer, un hombre, un viejo, un joven, quién puede en la Argentina querer que Videla vuela, quién puede quererlo. Lo vi fotografiado, en letras de molde.
Vi también caras de conocidos defensores y defensoras de los genocidas, también, en esa Plaza de Mayo, que después supimos no fue espontánea, la cadena de emails había empezado por la mañana, mucho antes de que la Presidenta hablara. También fue antes el paro por tiempo indeterminado, antes de que la Presidenta hablara también se lanzó un paro por tiempo indeterminado; sin embargo se tituló que la reacción fue por el discurso duro de la Presidenta.
Y quiero que reflexionemos acerca de estas cosas por las responsabilidades que nos caben a todos: dirigentes institucionales, sociales, mediáticos en la construcción de una Argentina pacífica y con inclusión social. Porque la inclusión social es la verdadera garantía de la pacificación nacional. (APLAUSOS).
Quiero también decirles que junto a esta Argentina, que vimos transmitida por los medios, casi en son de drama, hubo otra Argentina, también, en la Semana Santa: 2 millones y medios de argentinos que salieron de vacaciones, el 5 por ciento más, que el año pasado. Ayer me pasaban las cifras del crecimiento en la construcción, no es la Argentina que nos quieren plantear en la que todo va mal y en la que todo está mal la Argentina real, hay otra Argentina porque los argentinos que han recuperado el trabajo, la esperanza y las ilusiones viven esa otra Argentina.
Pero hablando de los cuatro atributos principales, quiero analizar, junto a ustedes, qué fue exactamente lo que disparó esto que se presenta como un conflicto con un sector económico que por algunas características que yo vi, por lo menos aquí en la Capital Federal, parece algo más que eso, parece un conflicto político, fundamentalmente de aquellos sectores que condenan nuestra política de derechos humanos y aquellos que han perdido las elecciones (APLAUSOS). Porque también vimos a dirigentes de partidos, autodenominados revolucionarios y que piden la reforma agraria, también allí compartiendo el reclamo entre comillas de lo que parece ser un despojo que este Gobierno le está haciendo a un sector económico.
Entonces con estos cuatro atributos fundamentales quiero pasar muy brevemente a que miremos qué fue realmente lo que disparó este conflicto. Parece ser que, por lo que dicen, fueron las retenciones que se fijaron, quiero explicar un poquito esto muy brevemente. Las retenciones no empezaron con este Gobierno, este Gobierno ha tomado la decisión estratégica de rebajar, por primera vez, las retenciones del trigo y del maíz y aumentar las de la soja. ¿Por qué las de la soja y móviles, de acuerdo a como esté el precio internacional para tener certidumbre? Porque necesitamos, además, los argentinos como decisión estratégica que no se sojice todo nuestro campo, necesitamos más productores de trigo, necesitamos más de maíz, necesitamos más productores de leche, necesitamos más productores de carne. Y entonces no solamente por una cuestión de diversidad, sino fundamentalmente porque hace a la calidad de vida de los argentinos. Necesitamos para que los precios internos, que usted los argentinos comen todo los días: el pollo, la carne, la leche, el pan no valga a precio internacional y puedan acceder a los bienes que se producen. (APLAUSOS).

Uno de los problemas, hablando en términos de política agropecuaria en serio, que tenemos hoy, en la República Argentina, es que por la altísima rentabilidad de la soja, que se exporta totalmente el 95 por ciento de lo producido, cada vez es menor la producción de trigo, de maíz y de carne. ¿Y por qué la necesitamos? Porque también hay otras industrias, que necesitan del maíz para mantener a sus vacas, a sus pollos, a sus cerdos, las cadenas de valor.
Quiero contarles que desde el boom sojero, en la República Argentina, el crecimiento ocupacional, del sector rural creció solamente en un 1,5, mientras que el resto de la economía, afortunadamente, (industria, servicio, comercio) pudo hacer crecer la tasa de ocupación en un 17 por ciento. Por eso hoy tenemos un 7,5 por ciento de desocupación. (APLAUSOS).
Quiero decirles que no es una política antisoja, es una política esencialmente pro-Argentina, pro-pueblo, pro-campo también, pro-pueblo. (APLAUSOS). No es una cuestión, como alguien quiere hacerlo aparecer, entre campo e industria, una parte importante de la planta industrial es de la agroindustria, todos son necesarios: el campo, la industria, el comercio, los servicios, pero todos tenemos que entender que todos tenemos que participar armónicamente de ese crecimiento porque es la única manera de erradicar definitivamente el hambre y la miseria, en la Argentina, como lo estamos haciendo. (APLAUSOS).
Tampoco, argentinos y argentinas, es una cuestión de peronismo y antiperonismo, acá me acompañan muchas personas que nunca fueron peronista, ni lo van a ser, yo soy peronista y lo he sido toda mi vida. Pero quiero contarles algo, argentinos y argentinas, los peronistas hemos hecho un duro aprendizaje, alguna vez creímos que éramos el todo, alguna vez creímos que nosotros sólo podíamos transformar el país y que los demás no importaban. Nos equivocamos, nos equivocamos y pagamos caro nuestras equivocaciones. Hoy comprendemos que no solamente son peronistas los que quieren un modelo de país más justo, más equitativo, más digno, los hay también de otros partidos políticos, de organizaciones sociales, lo aprendimos duramente. (APLAUSOS).

Por eso, lo recuerdo como si fuera hoy, en aquella Semana Santa del 87', el peronismo estuvo junto al Gobierno constitucional, de entonces, algo que nadie había hecho con él, cuando los golpes de Estado y eso es aprendizaje (APLAUSOS). También lo han hecho los otros, los que tal vez desde el anti pensaban que los peronistas eran todo el problema del país. Todos los argentinos hemos hecho un duro aprendizaje.
Por eso, cuando uno ve esta resolución, en la cual bajamos el precio de la retención para el maíz, para el trigo, cuando vemos que esto provoca, además, la reducción de los alquileres de los campos, de los arrendamientos de los campos. Porque ustedes saben, argentinos y argentinas, que hoy el 60 por ciento casi del campo está arrendado y está en valores de quintales de soja, esa es la medida de cotización de un campo. Por eso a un productor de leche, por eso a un productor de carne, por eso a un productor de trigo y maíz le cuesta tanto, por eso es una medida absolutamente racional. Y ustedes se preguntan, pero y entonces si esto es así porqué un paro empresarial, un lock out patronal por tiempo indeterminado para privar de alimentos a los argentinos, ¿Por qué? No y acá viene el segundo atributo, que es el de la sinceridad, antes les hablaba del primero, de la racionalidad de las medidas y las decisiones. Ahora quiero hablarles de la sinceridad, este Gobierno no está en contra de los hombres y de las mujeres, pequeños productores que trabajan con sus manos el campo. No, no, les quieren hacer creer a los pequeños productores que queremos ir por ellos. Pero no piden por los pequeños productores, piden por la totalidad de la eliminación de las retenciones, los de los pooles sojeros también, los de los grandes productores también.
Entonces, el primer ejercicio que debemos hacer todos: la Presidenta de la República y los dirigentes sectoriales es entonces decir la verdad a todos. Este Gobierno otorga compensaciones a tamberos, a productores trigueros, a invernadores, uno lo puede ver en internet, basta con ingresar a ONCCA, que es un organismo que integra la Secretaría de Agricultura y Ganadería de la Nación, compensaciones para poder sostener el precio interno de la carne, de la leche, del pan. ¿Cómo vamos a estar en contra de abordar el problema del pequeño productor, pero detrás de los pequeños productores se esconden otros intereses, los de los grandes
pooles, que son los que están diciendo que es el Estado el que se quiere llevar toda la ganancia. Quiero hablarle con la sinceridad absoluta y no estoy tampoco en contra de que alguien arme un fideicomiso financiero, un pool y trabaje, este es el capitalismo y esta es la rentabilidad.
Pero, por favor, hablemos con sinceridad, hablemos con transparencia porque es, entonces, la manera como seguramente todos nos vamos a entender. No es, entonces, un problema de los pequeños productores, que dicho sea de paso escuchaba, el otro día, a alguien recordar el Grito de Alcorta. Yo quiero rendir homenaje, desde aquí, al Grito de Alcorta. Muchos jóvenes, tal vez, no sepan qué fue el Grito de Alcorta, fueron nuestros abuelos y bisabuelos. Tus abuelos Kichner seguro que llegaron a Esperanza, Santa Fe, corridos por el hambre o la política desde Europa y venían a hacerse chacareros. Los arriendos que les cobraban, el alquiler de las tierras no los dejaban vivir, los esquilmaban y surgió así el Grito de Alcorta. Y quiero también homenajear, además del Grito de Alcorta, en esta tarde, a Francisco Netri, el abogado napolitano que representaba los intereses de los chacareros contra el Gobierno conservador y que fue asesinado, en 1916. (APLAUSOS).
Francisco Netri, asesinado, en 1916, por un sicario, dicen de la aristocracia del campo, la historia. Por eso, cuando uno recuerda hay que recordar las historias completas. Y este Gobierno popular, este gobierno que me enorgullezco de encabezar, este Gobierno popular siempre va a contemplar los intereses de los pequeños productores, que no le quepa duda a nadie. (APLAUSOS).
Pero, entonces, Presidenta, qué es lo que se está discutiendo, entonces, en la República Argentina. Y yo creo que en la República Argentina se está discutiendo la distribución del ingreso y un modelo de país. Eso es lo que estamos discutiendo, argentinos y argentinas. (APLAUSOS). Ustedes habrán escuchado a muchos dirigentes políticos hablar permanentemente de la distribución del ingreso; también en letra de molde escribirse acerca de que todavía está pendiente una mejor distribución del ingreso y esto tiene que ver con el modelo de país. Lo que pasa es que hay que preguntarse a quién se refieren, porque cuando uno dice "distribuir el ingreso", yo les pregunto a los señores periodistas, a los señores políticos y a todos los argentinos: ¿el ingreso de quién? Porque esta es la gran cuestión. Escribir sobre la distribución del ingreso, es muy fácil, pero hacerlo cuesta un poco más y sino, miren lo que está pasando. (APLAUSOS)

Distribución del ingreso que tiene que ver con un modelo de país. Las retenciones no solamente son una medida antiinflacionaria para que el alimento del pueblo, de todos, de los obreros, de los que trabajan en el comercio, los que trabajan en los talleres, en los servicios, en la fábricas, hasta de los que no tienen trabajo, pueda estar accesible para todos los argentinos y quieren también un fuerte impacto distributivo porque lo hacen los sectores de más alta rentabilidad y que exportan todo. Todo es costo argentino para ellos, pero todo lo que recaudan es costo europeo, en euros, en dólares. Y esto no está mal, no tenemos que enojarnos porque haya gente con dinero en la República Argentina, no tiene que molestarnos.
Quiero decir algo -y esta sí permítanme porque es una licencia del peronismo-: el peronismo nunca planteó la lucha de clases, el peronismo nunca planteó la guerra entre los pobres y los ricos, para qué, no. (APLAUSOS) Al contrario, somos los creadores de la articulación entre el capital y el trabajo y fíjense, por estas cosas que tiene la vida, que hasta hace unos días atrás, unas semanas atrás, durante toda la campaña inclusive presidencial y durante todos mis primeros meses de gestión, los grandes titulares en cuanto a la cuestión socio-económica era qué iba a pasar con la presión gremial por los salarios. Parecía que los malos de la película en la República Argentina iban a ser los trabajadores que iban a pedir salarios para que se derrumbara el crecimiento, la producción, la actividad económica.
Nada de eso está pasando. Por el contrario, en un formidable aprendizaje histórico; los trabajadores argentinos y sus dirigentes sindicales, han comprendido que el país está primero por sobre todas las cosas. (APLAUSOS)
Pregunto yo: si los que son asalariados tienen este nivel de comprensión, de articulación con los intereses de los demás sectores, de los que aún no consiguieron trabajo o de los que aún teniendo trabajo informales ganan mucho menos, ¿cómo no podemos obtener el tema de la sensibilidad de los que más ganan?

Y aquí viene la tercera cuestión, la sensibilidad. Y bueno, alguien me podrá decir, como escuché en algún medio: "está bien, yo voy a seguir ganando plata, pero yo quería ganar más porque me correspondía más". Y es bueno, no se puede criticar a alguien por querer ganar toda la plata. Me parece que lo importante es, entonces, que entendamos cómo funciona un país. Porque junto a la sensibilidad para entender cómo funciona un país, está la viabilidad de que ese país tiene como sociedad y como Nación.
Hemos probado de todo los argentinos, hemos probado desde 1900 para adelante muchas fórmulas. La fórmula de "la Argentina del Centenario", agroexportadora únicamente la riqueza concentrada en unos pocos y el resto la "ñata contra el vidrio". Duró poco. Con el voto popular, sube al gobierno de Hipólito Yrigoyen. Luego, probaron, a partir de 1930, con los golpes militares. Luego, vinieron los gobiernos de signo popular que traicionaron el mandato y se convirtieron en los gobiernos más liberales y seguidores del Consenso de Washington. Luego, probaron con un partido popular, centenario y democrático, con un sector del progresismo, casi nos vamos todos al tacho.
Han probado de todo, pero solamente ahora llevamos en 100 años, 5 años de crecimiento sostenido y este año, si crecemos, argentinos y argentinas, va a ser el crecimiento más importante de los últimos 200 años, toda nuestra vida.
¿No les parece un buen motivo para discutir, para dialogar, para debatir? Pero el diálogo también tiene que ver con la responsabilidad. Dialogar con una pistola en la cabeza, es muy difícil, sobre todo en democracia, sobre todo en democracia, sobre todo en democracia. (APLAUSOS) No se dialoga de esa forma.
No se dialoga tres horas antes de que hable la Presidenta de la República decretando un paro, un lock out patronal, contra el Gobierno, en definitiva, contra el pueblo al quitarle los alimentos o al hacer que estos suban producto de la escasez.
¿Cómo se dialoga? El otro día leía un interesante artículo -también hay interesantes artículos en los diarios, sobre todo cuando los periodistas escriben lo que ellos piensan realmente y no lo que por ahí se sugieren que escriban los dueños de los diarios (APLAUSOS)- del periodista Zaiat que hablaba de la metodología, esencialmente, de este paro y se preguntaba qué pasa si el día de mañana los concesionarios de los peajes, por ejemplo, dicen "o me aumentan las tarifas tanto por ciento o no pasa ningún auto más". ¿Qué pasa si el día de mañana los empresarios de los distribuidores de los servicios de gas, por ejemplo, dicen "o me aumentan tanto las tarifas o no hay más gas para nadie"? ¿Qué pasa si los distribuidores de energía eléctrica me dicen "o me aumentan tanto las tarifas de energía eléctrica o no hay más energía..."? ¿Esta es la forma de negociar y de dialogar en la República Argentina? No creo. (APLAUSOS)
Creo, sinceramente, en la forma de dialogar, diálogo al que siempre estamos dispuestos. Pueden dar testimonio de ello nuestro Ministro de Economía y nuestro Jefe de Gabinete que en dos oportunidades llamaron a los dirigentes del campo y no vinieron a dialogar. Pero sepan que es necesario, no por una cuestión de fuerza, no por una cuestión de orgullo, sino de responsabilidad institucional de una Presidenta de la República de que no puede negociar sin que hayan levantado las medidas de fuerza que extorsionan a la población. (APLAUSOS)
Es una cuestión no de respeto a la Presidenta, de respeto a la democracia, a las reglas de la democracia, sobre todo con gobiernos que hemos sido elegidos por el voto popular. (APLAUSOS)

Y sobre esto, sobre el voto popular y la responsabilidad, es también de lo que quiero hablar. Mucho se ha hablado de la calidad institucional en la República Argentina, calidad que parece ser sólo se le demanda a cierto sector. También, y permítanme la digresión, he visto que algunos diferencian según si el que hizo un piquete es de un color de piel y entonces está bien y si es el piquete de uno de color rubio está mal. Así no se construye sociedad, así no se construye democracia, así no se construye libertad de prensa. Se construye libertad de prensa cuando se trata a todos por igual, independientemente del color de la piel o del apellido. Eso es libertad de prensa y eso es democracia en la República Argentina y en todas partes. (APLAUSOS)
Pero les decía sobre la responsabilidad. Yo entiendo también a los dirigentes del sector, de todos los sectores, tanto como si me toca hablar con los de un sector sindical como de un sector empresarial, representan los intereses de los sectores, unos, los sectores populares y, otros, los sectores del capital, todos necesarios a la hora de construir país y nación.
Pero también quiero que sepan qué intereses represento yo. Yo represento los intereses, no solamente de los que me votaron, que fueron muchos, sino también de los que no me votaron. Yo represento, además, los intereses de lo que dije en la campaña electoral, porque hay otra cosa de la que nadie habla. Si hoy un dirigente rural tiene la representación de su sector, yo también tengo la representación de lo que dije qué iba a hacer como Presidenta de la República Argentina, porque eso es calidad institucional. (APLAUSOS)
Yo dije en mi campaña que el eje era la inclusión social, que íbamos a trabajar por la distribución del ingreso. Me preguntaron muchísimas veces acerca de las retenciones y dije que no se podían modificar, porque no solamente eran redistributivas, sino porque además ayudaban a sostener los precios de los principales alimentos de los argentinos.

Sin embargo, hubo otra fuerza política a la que escuché criticar en estos días y que ganó aquí en la Ciudad de Buenos Aires, una importante elección -no hay que silbar a nadie-, 60 por ciento de los votos, absoluta legitimidad política y social. En la campaña, sin embargo, cuando le preguntaban si iban a aumentar los impuestos, lo negaron terminantemente. Luego, aumentaron los impuestos inmobiliarios de los sectores más pudientes, con lo cual estoy de acuerdo, yo soy vecina también de la Ciudad de Buenos Aires. Estoy de acuerdo con que cuando uno vive en un barrio con servicios y en lugares que denotan un alto poder adquisitivo, uno tenga que pagar más impuestos, está muy bien que sea así. (APLAUSOS)
Ahora, lo que no se entiende, cuando uno ve algunas paquetas señora vecinas de donde yo vivo gritar con tanto entusiasmo contra retenciones que se distribuyen entre el pueblo y aplaudir tanto a los que en definitiva les aumentan los impuestos a ellas, con la misma lógica que estamos empleando, ustedes no me habrán escuchado una sola palabra. Sé que hubo dirigentes de nuestro sector que no estuvieron de acuerdo con esto, no habrán escuchado una sola palabra de esta Presidenta al respecto.
Y, entonces, ¿de qué naturaleza es el conflicto para algunos sectores? De una naturaleza política. Pero no política por partido, política por modelo de país. También soy consciente de que parte de esas cacerolas que el otro día estaban en la calle, son nuestra política de derechos humanos, no tengo ninguna duda tampoco. (APLAUSOS) Bastaba ver las caras que había de algunos defensores y defensoras de los genocidas junto a otros dirigentes autodenominados revolucionarios que proclaman la reforma agraria. En fin, uno podía ver de todo.
Yo lamenté que Enrique Santos Discépolo no estuviera vivo, lamenté sinceramente, argentinos y argentinas, que Enrique Santos Discépolo no estuviera vivo, hubiera superado "Cambalache siglo XX" si hubiera visto algunas escenas como me tocaron ver a mí, inclusive en la puerta de Olivos cuando algunos nos gritaban "no queremos a Cuba, no queremos a Evo Morales, no queremos a Chávez". ¿Qué tiene que ver todo esto con los intereses de los pequeños productores rurales? (APLAUSOS) ¿Qué tiene que ver? Nada. (APLAUSOS)

Esta es la cuestión del modelo de país, que es en definitiva lo que uno propone cada cuatro años cuando va a elecciones, y entonces los argentinos deciden quién es su presidente o su presidenta. Porque cada uno de nosotros se presenta y dice qué es lo que quiere hacer con el país.
Yo les dije, hermanos y hermanas, a todos los argentinos y a las argentinas, lo que quería hacer. Quería continuar la gestión y la obra de ese hombre que está sentado allí que llevó a la Argentina desde el infierno, como a él le gustaba decir, a esto que no sé si será el purgatorio o la entrada del cielo pero que sí es otra argentina diferente.
Por eso, yo quiero convocar a todos los argentinos al diálogo, pero, fundamentalmente, al sector que hoy todavía corta algunos caminos, que todavía no ha levantado la medida de fuerza. Yo les pido, humildemente, como Presidenta de todos los argentinos y en nombre de todos los argentinos, que levanten el paro para entonces sí dialogar, levanten el paro. Humildemente, levanten el paro y vamos a dialogar. (APLAUSOS)
Por favor, en nombre del género les pido que cambien esa consigna, acuérdense que tienen una compañera Presidenta. Así que es hora de que actualicen consignas, compañeros y compañeras. Pero bueno, vale la intención.
Quiero decirles, argentinos y argentinas, que creo profundamente en el diálogo, pero creo profundamente en el diálogo democrático, donde cada uno expone sus posiciones, sus intereses y, entonces, quién tiene que tomar la decisión, la toma. Es imposible muchas veces en función de gobierno, tomar una medida que deje contentos al ciento por ciento. Es mentira el que dice eso, es porque nunca gobernó o que no sabe qué es la distribución del ingreso.

Alguien que me habla de la distribución del ingreso y me dice que podemos tomar medidas que dejen contentos y satisfecho a todo el mundo, no está hablando de distribución del ingreso, está haciendo un discurso electoral nada más, no está hablando de distribución del ingreso, está haciendo un discurso electoral. (APLAUSOS)
Por eso, con la legitimidad que en este país, por suerte a partir de 1983, tenemos quienes hemos sido electos por el voto popular, con la legitimidad que también nos da haber llevado adelante una política que va a empezar su quinto año de crecimiento consecutivo en el mejor ciclo económico que recuerda la historia, con la legitimidad que nos da que en este proyecto económico, social, político y cultural han crecido todos, ha crecido el campo, ha crecido la industria, los trabajadores han recuperado el trabajo perdido, el salario, estamos recuperando de vuelta un lugar en la Tierra, argentinos, un lugar en el mundo, nuestro lugar, la República Argentina, en nombre de esas legitimidades, la del pueblo, la del resultado económico y, fundamentalmente, para que todos los argentinos y para que todas las argentinas podamos vivir mejor, los convoco al diálogo en serio, desde aquí. (APLAUSOS) Las puertas de la Casa de Gobierno están abiertas, pero por favor, levanten las medidas contra el pueblo.
Quiero agradecer la presencia de hombres y mujeres que no son de mi partido, pero que tienen una convicción profunda en un modelo de inclusión social de crecimiento económico; quiero agradecer la presencia de dirigentes sindicales, de organizaciones sociales; quiero también agradecer el apoyo recibido por muchos ciudadanos y ciudadanas que me dicen todo el tiempo "no afloje" y yo quiero decirles que desde la alta responsabilidad que tengo como Presidenta de la República Argentina, voy a hacer lo que le prometí a los argentinos antes de que emitieran su voto: representar los intereses de todos.

Muchas gracias, muchas gracias argentinos, muchas gracias argentinas, con el corazón, como siempre, con el corazón. (APLAUSOS)

MAS DATOS

Según los datos del Censo Nacional Agropecuario 2002 se extrae lo siguiente para la Provincia de Córdoba:

Los pequeños productores (hasta 100 ha - 7700 explotaciones) dedican su producción sólo a soja transgénica en un 18%, es decir, 1375 productores (15% con siembra directa y 3% con siembra tradicional). Un 4% de las explotaciones siembran semilla no transgénica, es decir, no dedicada a la exportación.
Entre los pequeños productores, rotan maíz con soja transgénica un 6%, 456 explotaciones (4% con siembra directa y 2% con siembra tradicional). A su vez, solamente siembran maíz no transgénico y con método tradicional el 7%, 535 explotaciones.
El 36% de los pequeños se dedica a la siembra de maíz y/o soja y el 64% se dedica a otras actividades.

Los productores pequeños-medianos (de 100 a 200 ha - 5043 explotaciones) se dedican solamente a la siembra de soja transgénica en un 28%, es decir, 1390 productores (24% con siembra directa y 4% con siembra tradicional). Un 3% de las explotaciones siembran semilla no trangénica.
Entre estos productores, rotan maíz con soja transgénica un 19%, 945 explotaciones (14% con siembra directa y 5% con siembra tradicional). A su vez, solamente siembran maíz no transgénico y con método tradicional el 6% (282 explotaciones), y con siembra directa el 2% (83 explotaciones).
El 60% de los pequeños-medianos se dedica a la siembra de maíz y/o soja y el 40% se dedica a otras actividades.

Los productores medianos (de 200 a 500 ha - 6964 explotaciones) se dedican sólo a la siembra de soja transgénica en un 26%, es decir, 1768 productores (23% con siembra directa y 3% con siembra tradicional). Un 3% de las explotaciones siembran semilla no transgénica.
Entre estos productores, rotan maíz con soja transgénica un 30%, 2089 explotaciones (25% con siembra directa y 5% con siembra tradicional). A su vez, solamente siembran maíz no transgénico y con método tradicional el 5% (342 explotaciones), y con siembra directa el 2% (111 explotaciones).
El 68% de los medianos se dedica a la siembra de maíz y/o soja y el 32% se dedica a otras actividades.

Los grandes productores entre 500 y 1000 ha. (3334 explotaciones) se dedican sólo a la siembra de soja transgénica en un 21%, es decir, 714 productores (19% con siembra directa y 2% con siembra tradicional). Un 3% de las explotaciones siembran semilla no transgénica.
Entre estos productores, rotan maíz con soja transgénica un 40%, 1349 explotaciones (36% con siembra directa y 4% con siembra tradicional). A su vez, solamente siembran maíz no transgénico y con método tradicional el 3%, y con siembra directa el 2%.
El 74% se dedica a la siembra de maíz y/o soja y el 26% se dedica a otras actividades.

Los grandes productores con más de 1000 ha. (2579 explotaciones) se dedican sólo a la siembra de soja transgénica en un 12%, es decir, 303 productores (11% con siembra directa y 1% con siembra tradicional). Un 2% de las explotaciones siembran semilla no transgénica.
Entre estos productores, rotan maíz con soja transgénica un 48%, 1231 explotaciones (44% con siembra directa y 4% con siembra tradicional). A su vez, solamente siembran maíz no transgénico y con método tradicional el 3%, y con siembra directa el 2%.
El 71% se dedica a la siembra de maíz y/o soja y el 29% se dedica a otras actividades.

OBJETIVOS DE UN PARO PATRONAL

por Carlos O. Suárez

“ Las izquierdas comparten con el liberalismo
y el nacionalismo de minorías el hábito
mental de conceptuar conceptos, en lugar de
conceptuar los hechos y la historia de la
realidad argentina “

Rodolfo Puiggrós

“ Todos los pensadores de Nuestra América
se han educado en una escuela europea. No
se siente en su obra el espíritu de la raza.
La producción del intelectual del
continente carece de rasgos propios.


José Carlos Mariátegui


ADVERTENCIA NECESARIA

El paro patronal de las entidades agropecuarias ha provocado un intenso debate en la sociedad argentina, arrojando a la superficie una serie de contradicciones políticas y sociales soterradas en el último medio siglo. Los fantasmas de 1955 y 1976 reaparecieron bajo nuevas formas, e incluso con modalidades adecuadas al gigantesco avance mediático que sobrelleva la humanidad. En este caso los activistas agrarios, mayoritariamente pertenecientes a organizaciones de pequeños y medianos productores, sirvieron de pantalla a los sectores oligárquicos que, indisolublemente unidos a los multimedios y a ciertos dirigentes de partidos absolutamente alejados de los intereses populares ( Carrió, Macri, etc.) , impulsaron objetivamente acciones golpistas. Porque más allá de las discusiones acerca del nivel de las retenciones a la producción de soja y otros cultivos, volvieron a escucharse en las calles de Buenos Aires y otros lugares del país los
mensajes gorilas y racistas que en 1955 se escudaron en la “defensa de la religión católica”, en 1976 respecto al “avance subversivo” , e invariablemente en el inconcluso debate entre quienes luchan por una Argentina Justa, Libre y Soberana, enfrentados a los añorantes del neoliberalismo dependiente de los dictados imperiales.

No resulta entonces arbitrario que encabecemos este artículo con las definiciones de Puiggrós y Mariátegui, ya que más allá de la previsible campaña de los sectores oligárquicos también se escucharon voces de “izquierda” privilegiando la caracterización del gobierno por encima del análisis de la realidad concreta. Por consiguiente, ese empecinamiento en “conceptuar conceptos”, desdeñando la consideración del trasfondo de hechos que se inscriben en el despliegue de la “guerra de baja intensidad” en América Latina, conduce nuevamente a muchas organizaciones y dirigentes autotitulados de izquierda a sumarse al campo de la reacción vernácula e internacional. Las excusas y pretextos son numerosos y variados, sin que falten las clásicas citas de los precursores del marxismo, aunque en definitiva otra vez “ de buenas intenciones esté empedrado el camino del infierno”.

Son destacables las evaluaciones de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA),
del Partido Comunista y de los compañeros Claudio Fernández y Bernardo Alberte, quienes , más allá de coincidencias o discrepancias, tuvieron la lucidez de distinguir “sonidos” de “intención”. En definitiva, de lo que aquí se trata es de no caer en la trampa campera de los gritos del tero, máxime cuando la Sociedad Rural y sus sirvientes de la prensa y las organizaciones partidarias pegan el grito en un lado y ponen los huevos de la serpiente en el otro.

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El Paro Patronal de organizaciones agrarias se proyectó hacia objetivos políticos inconfesables, aunque la experiencia histórica argentina nos sitúa frente a una realidad invariable: LOS GRANDES TERRATENIENTES, CIERTOS NÚCLEOS DE PEQUEÑOS Y MEDIANOS PROPIETARIOS, JUNTO A SUS VOCEROS PARTIDARIOS Y MEDIÁTICOS, PERSIGUEN EL DETERIORO E INCLUSO EL DERROCAMIENTO DEL GOBIERNO CONSTITUCIONAL DE CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER.

Las motivaciones y excusas manifestadas por los impulsores del lock out son múltiples y variadas, pero el trasfondo apenas disimulado por los grupos movilizados “en defensa del campo” y un conjunto de medios de difusión enrolados en una cruzada antigubernamental, se dirigen a los viejos objetivos golpistas de 1930, 1955 y 1976.

Definidos los campos en disputa resulta indispensable señalar que las retenciones decididas por el gobierno se inscriben en la necesidad nacional de obtener recursos económicos para su redistribución en la sociedad. Los beneficios y subsidios brindados a los productores agropecuarios, sumado a la competitividad que la cotización del dólar ofrece a los exportadores, deben ser reconocidos por quienes tienen costos en moneda nacional y venden a precios internacionales, con las consiguientes ganancias siderales. Sin embargo, la esencia del problema no gira alrededor de las retenciones, los costos o las ganancias, sino que se halla inserto en los planes golpistas que los sectores más reaccionarios llevan a cabo en toda América Latina. Baste recordar al respecto lo sucedido en los últimos tiempos en Bolivia, Venezuela y Ecuador, sin dejar de lado el invariable bloqueo estadounidense a Cuba con finalidades “democratizadoras”.

Es indudable que limitarse a las retenciones a la producción agropecuaria y a un relativo control de precios, resulta positivo pero decididamente insuficiente. Un conjunto de medidas de fondo ( nacionalización del comercio exterior, juntas de carnes y de granos, etc.) representan la urgente tarea para el gobierno de la nación en la presente etapa histórica. Es importante deslindar los intereses de los protagonistas en juego, máxime cuando poco o nada tienen
que ver las situaciones de los pequeños y medianos chacareros con la extraordinaria rentabilidad de los sectores terratenientes que, al mismo tiempo, están asociados con las empresas de transporte, los grandes acopiadores y las transnacionales exportadoras. Si las organizaciones populares no advierten o desestiman esas diferencias y realidades opuestas, recaerán en los ideologismos abstractos que condujeron a partidos y sindicatos de izquierda a servir de masa de maniobra en los golpes de 1930, 1955 y 1976.

Un aspecto fundamental y determinante en el conflicto que vive la República Argentina, está centrado en el rol decididamente golpista de varios multimedios en las últimas semanas. Una suerte de coordinación desinformadora y de incomunicación masiva golpea a los sectores populares, induciendo a la confusión de las grandes mayorías. Quienes hasta hace semanas se rasgaban las vestiduras ante cualquier movilización social o gremial, condenando sin atenuantes a los piquetes y bloqueos de calles o rutas, ahora hablan de “paro patriótico”. Claro está que para esos multimedios la Patria está indisolublemente unida a los intereses imperiales y oligárquicos, motivo por el cual reviven el añejo y falso dilema entre “civilización y barbarie”. De allí que cualquier manifestación popular sea caracterizada de “agresiva” y “autoritaria”, mientras que los bloqueadores y manifestantes manipulados por la propaganda sean “defensores de la libertad”. Tales maniobras y campañas deben activar la reflexión de las organizaciones populares, ya que aun más allá del necesario respaldo al orden constitucional está en juego el retorno a la devastación neoliberal o el avance hacia un proceso de liberación nacional y social.


La “guerra de baja intensidad” que Estados Unidos despliega en América Latina tiene diversas expresiones políticas, económicas, sociales y mediáticas. No son formalmente comparables el Plan Colombia con los paros salvajes en la Media Luna boliviana o el lock out patronal de estos días en Argentina, pero existe un hilo conductor que los unifica en la restauración neocolonial. Los que confunden las formas con los contenidos, asimilando la guerra psicológica de los multimedios con el derecho a expresarse libremente, sirven a los intereses antinacionales. Y es por ello que hoy, sin mediaciones ni subterfugios, nos enfrentamos a los viejos dilemas de Patria o Colonia, Independencia o Vasallaje, Liberación o Dependencia.

Buenos Aires, 28 de marzo de 2008.-

Comunicado del MOCASE

Paro en el campo: Comunicado del Mocase - Vía Campesina

Algunas memorias ante las protestas del "campo argentino"

1- Nosotros, miembros de comunidades indígenas, campesinas y campesinos organizados en territorios, hacemos memoria de que la Tierra es un bien aún lleno de vida diversa, donde la humanidad y los pueblos quieren desarrollar los sentidos de la existencia.
2- Las grandes corporaciones de las cadenas agroindustriales vienen imponiendo a los pueblos y países un modelo de producción alimentaria cuyo único objetivo es la rentabilidad y concentración de la riquezas en pocas manos con la complicidad activa de gobiernos, empresarios y, en el caso del "paro del campo", de los miembros de las cuatro entidades agropecuarias de Argentina.
3- El doble discurso de los dirigentes de la FAA, los ha llevado a un callejón sin salida. Sus prácticas reproducen el modelo de saqueo y contaminación tanto de la tierra, los territorios, como así también de su mentirosa pretensión de representar las luchas más genuinas de los movimientos campesinos en Argentina.
4- Este modelo neoliberal, de saqueo y contaminación, reproducen nuevas formas de colonización y genocidio. ¿Qué hicieron estas entidades cuando en la etapa menemista del neoliberalismo más salvaje desaparecían más de 200 unidades familiares de producción agraria?
5- ¿Qué han hecho y hacen esas entidades agropecuarias ante los asesinatos, cárceles, persecuciones, torturas y enfrentamiento con paramilitares y topadoras que sufren hoy miles y miles de familias de pueblos originarios y campesinos?
6- Dicen hacer el paro por el No a las retenciones y No a la desaparición de los pequeños y medianos productores, pero algunos empresarios y productores que han contratado matones para desalojar pequeños y medianos productores son miembros de esas entidades.
7- Rescatamos algo positivo de este paro de las entidades agropecuarias y sus miembros: se sacaron la careta de luchadores por un modelo de país digno, justo y para todos. Mostraron su verdadero rostro: creen que el país es para unos pocos que obedecen los dictámenes de las grandes corporaciones transnacionales de la alimentación.
8- Estamos en algo de acuerdo: el dinero de todos los impuestos tendría que estar controlado por todos, porque todas y todos pagamos impuestos en la Argentina, no solo los productores y empresarios del campo. Proponemos mecanismos de participación directa tanto de cómo producir riqueza como de la distribución de la misma.
9- Como un primer paso de acuerdos y consensos proponemos que el extra de las retenciones sirva para que no desaparezcan los pequeños y medianos productores, artesanos, artistas, deportistas, etc. Que esos fondos preparen el proyecto de una Reforma Agraria Integral con Soberanía Alimentaria. Estaticemos las exportaciones, que no queden más en manos de las grandes corporaciones transnacionales.
10- Con Vía Campesina decimos que la respuesta a la crisis global del precio de los alimentos: La Agricultura Familiar Sostenible puede alimentar el mundo. Los alimentos no pueden ser objeto de ganancias ilimitadas. La Biodiversidad es una riqueza de los pueblos.
11- Las organizaciones de campesinos, miembros de Vía Campesina, declaran que todos los acuerdos de libre intercambio tanto bilaterales como bi-regionales, llámense Tratados de libre comercio, Acuerdos de libre comercio o Acuerdos de partenariado económico, comparten la misma naturaleza. Estos acuerdos suponen un saqueo de los bienes naturales y sólo benefician a las empresas multinacionales, en detrimento del conjunto de los pueblos del mundo y el medio ambiente.

Secretaría de Comunicación del MOCASE VC

El Movimiento Campesino de Santiago del Estero, ligado a la Vía campesina envió un comunicado donde analiza el llamado paro del campo y aporta información vital para ver quién es quién en este conflicto de la Argentina.

¿Retenciones, control estatal de las exportaciones (monopolio de la Junta Nacional de Granos) o reino del "mercado"?

La actitud de los señores dueños de la tierra de la Argentina no deja de sorprender por su reiterada e inveterada audacia en la defensa de sus bolsillos, con una hipocresía digna de los mejores falsarios de la historia.
El aumento gradual de las retenciones y en particular las correspondientes a la soja ha disparado a la "lucha" a la sempiterna antisolidaria oligarquía terrateniente nacida en nuestro país.
La acompaña una vez más la desorientada Federación Agraria Argentina, que hace años no se atreve a separase de los oligarcas y hacer un planteo digno de reclamo de tierras, de límites a la extensión de los latifundios, de cese y recuperación de las enormes cantidades de tierras extranjerizadas y de cambio general de la política agropecuaria.
Durante el largo ciclo de la convertibilidad y de la expansión de la sojización, la FAA miró para otro lado, dejando hacer al "mercado" y al modelo neoliberal que se cargó casi 300.000 productores pequeños y medianos, la mayoría de ellos afiliados a ella.
Hace apenas poco tiempo se atrevió a cuestionar los lineamientos de la Argentina sojera pergeñada por Henry Kissinger, el grupo Perriaux, la SRA, AAPRESID, Cargill, Monsanto, Dreyfus, la FAUBA, Clarín Rural, Urquía y demás demiurgos de la recolonización nacional. De tal manera, el tránsito de la Argentina industrial tecnológica y científica existente entre 1945 a 1989, a la Argentina factoría agro-exportadora actual, contó -luego de la Marcha Federal de 1994- con la mirada complaciente de la FAA. Esta política permitió la devastación de los pequeños y medianos productores y el tránsito de una producción centrada en el desarrollo de alimentos en gran cantidad y de gran calidad, hacia un "campo" que produce forraje barato -"pasto soja"- para vender a China, India y la UE subsidiando de tal forma la industrialización de estos países a costa de nuestra industrialización, nuestra producción lechera, ganadera, porcina, frutal, hortícola, ovina y regional.
Se repite el modelo de siempre en el campo, donde la SRA -la vieja oligarquía terrateniente- se opone a cualquier control por parte del Estado de su tasa de ganancia lograda a costa del esfuerzo de toda la nación y en particular, mediante el monopolio absoluto de la renta agraria por su dominio total sobre las tierras existentes en la nación.
Lo reiteramos una vez más, oligarquía terrateniente implica por ejemplo que 6900 propietarios (familias, empresas o empresas-familias) sean dueñas del 49.7% de la superficie cultivable y productiva del país, o que según el Censo Agropecuario de 2002, 936 terratenientes poseen 35.515.000 Has (casi toda la superficie en cultivo), un promedio de 38.000 has c/u. Por el contrario 137.021 agricultores poseen sólo 2.288.000 has, con un promedio de 16.7 has c/u. (2)(pág. 158)
En 1966 había más de 600.000 productores agropecuarios, hoy sólo restan 330.000, de tal forma la oligarquía terrateniente recuperó con creces las tierras que Perón había obligado a venderles a los chacareros arrendatarios a través del 1º y 2º Plan Quinquenal. En lugar de enfrentar a la SRA y CARBAP, denunciando la concentración y brutal extranjerización de la tierra, unidas a la destrucción de un modelo soberano de producción de alimentos y su reemplazo por un modelo factoría productor de forrajes baratos para la exportación, la Federación Agraria Argentina se une a los terratenientes y multinacionales granarias que se adueñan hoy de la renta agraria en lucha contra las retenciones. Renta con la que, conviene recordar, junto a la petrolera, el peronismo industrializó la nación entre 1945 y 1955.
Por supuesto que las retenciones son sólo una medida frente a la necesidad de articular un Plan Nacional de Desarrollo Agropecuario, que debe obligatoriamente incluir la restitución de las Juntas Nacionales de Granos y de Carnes, la nacionalización del comercio exterior en ambos rubros, políticas que permitan el acceso democrático, barato y con créditos de largo aliento a la tierra para volver a tener cientos de miles de productores, repoblar el país y reconstruir la soberanía alimentaria y las economías regionales. También deben estar acompañadas de subsidios, políticas de reforestación de la superficie devastada por la sojización, de políticas de saneamiento de áreas infectadas por millones de litros de agrotóxicos y transgénicos, y de devolución de las cientos de miles de hectáreas robadas a los pueblos originarios en las últimas décadas.
La correcta política de retenciones graduales -primera medida seria tomada contra la sojización-, se debe acompañar también de créditos y subsidios amplios para las actividades afectadas por el monocultivo sojero, tales como la lechería, la ganadería, la horticultura, la fruticultura, la forestación y demás actividades afectadas. Pero sin duda alguna -pese a los gritos exasperados del lobby monsantiano, cargilliano y terrateniente-, es una mejora neta respecto de la política seguida hasta ahora y por supuesto mucho mejor, que 'dejar todo al sector privado' como proponen los dueños de la tierra, desde siempre, apoyados por Macri, Carrió, López Murphy, el menemismo, el cavallismo y el delasotismo.
Salir de la sojización
Pero tal vez, el dato más importante de las medidas anunciadas por el Ministro Losteau se refieran a que por primera vez desde la legalización ilegal de la soja RR en 1995, el gobierno ha decidido tomar medidas que desalientan la expansión del monocultivo de soja transgénica forrajera. Y ese es un hecho importante que saludamos. Que una medida tan importante, haya sido tomada en simultáneo con la descarada entrega de los yacimientos petroleros de la Cuenca del Golfo de San Jorge, por parte de la ultarkirchnerista provincia de Santa Cruz, habla a las claras, de la perversidad del modelo económico vigente en nuestro país, y de la estrecha relación del gobierno con las multinacionales y su doble discurso permanente. Pero en el tema de la sojización por primera vez desde 1995, se adopta una medida que desalienta el avance descontrolado del pequeño -y devastador- poroto.
Esto es así pese a los previsibles gritos policíacos del Ing. Héctor Huergo que, en un ejercicio extraño del pensamiento económico y agronómico, nos amenaza con que el abandono de la "sojización" nos devolvería a la "edad media".
El descaro de los demiurgos de la colonización cultural -a su vez empleados de Monsanto y Kissinger- no tiene límites. Una medida como el aumento diferencial de las retenciones -reclamada por quien esto escribe durante varios años- no sólo no nos devuelve a la 'edad media', sino que por el contrario, nos alejaría de la 'edad media' en que nos sumiera la desindustrialización y el retorno a la nación agro-exportadora. Es decir exactamente al revés de lo que Huergo vomita desde Clarín Rural. El aumento diferencial de las retenciones -a falta de nacionalización del comercio exterior de granos- permite disponer de fondos para alentar otras actividades económicas, tales como la reindustrialización del país u otras actividades agropecuarias que requieren de mayor valor agregado, mayor aporte de capital y utilizan mayor cantidad de mano de obra.
Por el contrario, como ya explicáramos reiteradamente en otros artículos, impulsar la sojización depreda la mano de obra y la pequeña y mediana producción, además de devastar al ecosistema y a la salud humana. Lo reiteramos una vez más: el sistema de la SD-sojaRR-herbicida glifosato, destruye 4 de cada 5 puestos de trabajo existentes y sólo crea un puesto de trabajo cada 500-600 has, siendo sólo viables y autosuficientes para este sistema, las explotaciones que superan las 500 has según la región agroecológica. Por el contrario la economía familiar genera 35 puestos de trabajo genuinos por cada 100has. Pero el gobierno debe saber que salir de la sojización implica antes que nada, redistribuir la tierra y repoblar el territorio nacional devastado por el pequeño poroto.
En el colmo del descaro y la desinformación agronómica se dice: "le explico si me permite(...) las vacas no hacen fotosíntesis (sic!!) una hectárea de maíz con la tecnología actual produce 10.000 kilos de grano. Un novillo encerrado en un corral convierte 7 kilos de maíz en uno de carne. Por lo tanto una hectárea de maíz da 1500 kilos de carne."(1) ¿Y la sojización, amigo Huergo donde está?
El viejo método goebbelliano de "miente, miente, miente, que algo quedará" sigue siendo el arma preferida del poder multinacional. Esto es en parte cierto para el maíz, pero no para la soja que se exporta toda (99% de la producción) sin ningún otro agregado que el hacerla aceite o harina y casi sin producir un solo kilo de carne, como sí hacen Brasil (segundo productor mundial de carne) o Chile (en este caso con la soja que nos compra).
De allí que las retenciones diferenciadas planteadas por Lousteau, estimulen al maíz y al trigo en contra de la soja, pero esto afecta a Monsanto-Cargill y por supuesto a las comisiones que cobran sus propagandistas y agentes. En segundo lugar, la carne que hacíamos "criada a campo" (la "edad media" para Huergo) era sin dudas la mejor carne del mundo ya que el animal se criaba en libertad, elegía lo que quería comer, se movía y se criaba naturalmente, produciendo un tipo especial de carne que nos caracteriza en el mundo. Hoy, en un planeta acorralado por la crisis ambiental global, esa carne tiene un valor agregado extra. Si decidiéramos un plan nacional de producción de carne de primera calidad en praderas, recuperaríamos nuestro lugar en el mercado mundial, obteniendo grandes beneficios económicos, sociales y ecológicos.
La ganadería genera muchos más puestos de trabajo que la devastación sojera y muchos más aún, si se estimulara el surgimiento de un gran número de pequeños productores. Por otra parte, lo que Huergo llama "novillo a corral" es el famoso feed-lot o "corral de engorde'" que, a diferencia del animal criado en pradera produce carne chatarra o carne basura. Carne repleta de antibióticos, hormonas, reguladores de crecimiento, agrotóxicos de todo tipo, etc., etc.
Sabrá Huergo ¿que la Argentina, no sólo es la primera en el mundo en muertes por accidentes de tránsito -debido en primer lugar a la destrucción ferroviaria sin cuya desaparición no habría sido posible la sojización- sino también es en la actualidad, el país con mayor tasa de cáncer en su población? ¿No se le habrá ocurrido al señor Huergo pensar que tamaña tragedia tiene algo que ver con la terrible contaminación por agrotóxicos que ha provocado la sojización y su consecuencia directa el feed-lot?. Este proceso afecta lo que respiramos, lo que bebemos y lo que comemos. Claro, es probable que este último argumento suene demasiado complejo para la lógica "simple" de la "mayor tasa de ganancia en el menor tiempo y con cualquier costo ambiental y social -total no lo pagamos-" que utiliza nuestra sempiterna parasitaria y estéril oligarquía terrateniente. Pese a lo que dice Huergo, la soja no sólo no crea pueblos sino que los devasta y los liquida, como puede verse en las miles de taperas que pueblan hoy nuestro campo y los más de 1200 pueblos abandonados. No sólo no nos saca de la edad media, sino que nos devuelve a ella como lo prueban las actuales inundaciones de Salta y Jujuy -y las anteriores de Salta y Santa Fe y las que vendrán-consecuencia directa de la deforestación y la Siembra Directa.
La 'pobreza' del 'campo' de ellos
Por último, de ¿qué paro del campo hablamos?. En todo el país sólo restan 330.000 explotaciones, las que sólo emplean a 310.000 trabajadores en blanco que ganan alrededor de $1200 mensuales, mientras hay algo más de 700.000 trabajadores en negro que viven miserablemente y trabajan sólo un período del año gracias al "poroto mágico". Ambos sectores prácticamente se han visto imposibilitados de defender sus derechos ante el achicamiento descomunal de las fuentes de trabajo que ha producido la sojización y la numerosa destrucción de establecimientos que la acompañaron. El nivel de ingresos del sector que ejerce el control sobre la propiedad de la tierra y por ende de la producción, es escandaloso y como siempre suntuario.
Ya en la campaña 2004-2005 los propietarios de la región pampeana, en el centro del proceso de la sojización, recibieron en concepto de Renta Terrateniente o renta de la tierra por el arrendamiento de las mejores tierras del mundo, la suma de algo más de 3000.000.000 de U$S, más de 10.000 millones de pesos. (2) Es decir una masa sideral de dinero sin invertir ni arriesgar un solo peso. En la actualidad esas cifras son mucho mayores, ya que hoy una hectárea en la zona sojizada de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe o Entre Ríos se vende a razón de entre 15.000 a 20.000 USS y se arrienda -para hacer soja- a razón de 20 Quintales la Ha, es decir unos 600 USS/ha. (3)
Para dar un ejemplo, sólo por arrendar 300 has el propietario recibe un ingreso parásito (sin invertir ni arriesgar un solo peso) de 180.000 USS o unos 570.000 pesos por ciclo sojero. Esa descomunal masa de dinero, imposible de obtener en cualquier otra actividad productiva -y ese es el diseño multinacional para paralizar nuestra reindustrialización- no se destina a mano de obra, ni inversiones productivas, a excepción de algunas cosechadoras o maquinarias importadas de altísimo costo y muchas veces renovadas innecesariamente, sólo por poseer la máquina '0 km'.
Sí se invierte, en varias camionetas 4x4 por familia (hasta 6-7 en algunas), en casas suntuarias, en edificios de renta y en "gatos finos" que ahora hacen su aparición en las localidades de la cuenca sojera, para beneplácito de los productores. Por el contrario, los capataces son echados, indemnizados y transformados en contratistas cuentapropistas con lo cual el terrateniente dispone de las labores sin arriesgar un solo peso, sin incluir costo social alguno y sin tener que poseer un parque de herramientas de alto costo y nivel de mantenimiento, que lo obligaría a tener mano de obra permanente.
A eso se suma que la mayoría no paga impuestos o lo hace por actividad ganadera y no agrícola, con tasas irrisorias de impuesto inmobiliario, y que las multinacionales exportadoras pagan impuestos en función de declaración jurada, se comprenderá que la sojización deja muy poca riqueza real, valor agregado productivo en la sociedad argentina.
A su vez, los trabajadores rurales son echados sin indemnización y contratados en negro cuando se los necesita, muy poco tiempo por cierto. El hecho que las dos terceras partes de los trabajadores vinculados a la sojización trabajen en negro, tiene que ver a su vez con las necesidades un negocio que evade impuestos o se realiza mayoritariamente en negro.(4) De allí la necesidad casi imperiosa para la economía nacional, de apropiarse de esa renta suntuaria e ilegítima en beneficio de la nación.
¿Qué hará el gobierno con esa renta?, es otra discusión, que no afecta el valor macroeconómico de la medida tomada. Como vemos, poco ha cambiado en la relación de la nación con la vieja oligarquía terrateniente, ahora asociada a algunos pools empresarios. Ella sigue allí y tan poderosa como siempre, pese a que la señora Carrió y algunos medios interesados -y asociados a ella- digan que ya no existe. La oligarquía una vez más, usa su poder económico contra el pueblo y la nación, reclamando quedarse con la totalidad de los precios internacionales para sus productos en el mercado interno, lo que supone, y ellos lo saben, el hambre para el pueblo y la castración de la nación, como lo hizo siempre. Sigue siendo como señalara el maestro Hernández Arregui, que para la SRA, "esa clase estéril e infecunda, siempre que el pueblo comió vio demagogia."
Notas 1.- Huergo Héctor Clarín Rural, 15-3-08
2- Pengue Walter, Agricultura Industrial y Transnacionalización en América Latina. Red de Formación Ambiental. México 2005
3.- Clarín Rural 15-3-08, pag. 28





27.3.08

ESCRACHE HOY JUEVES 27 DE MARZO A LA SOCIEDAD RURAL CÓRDOBA

Comunicado de Prensa

Miércoles 26 de marzo de 2008

NO AL GOLPE CONTRA EL PUEBLO

El Frente de Organizaciones Peronistas en Defensa del Proyecto Nacional convoca a todos los sectores políticos y sociales de la provincia de Córdoba a escrachar a la Sociedad Rural Argentina Delegación Córdoba en repudio al golpe económico y político contra el pueblo argentino que quieren realizar los sectores mas concentrados de la oligarquía rural.

La actividad se realizará el jueves 27 de marzo, partiendo a las 18 de Colón y General Paz hasta la sede de la Sociedad Rural de Córdoba, ubicada en la intersección de las calles Rivadavia y Lima de la Ciudad de Córdoba.

Frente de Organizaciones Peronistas en Defensa del Proyecto Nacional

Movimiento Evita - Corriente Federal Kirchnerista - Centro de Estudios Evita - Megafón - Peronismo Militante - Agrupación Evita - Frente Transversal Nacional y Popular - Frente para la Victoria - JUP - JP Evita - Corriente Peronista Descamisados - Militancia Federal - Grupo Imprenta - Juventud Universitaria

Los productores pequeños están desapareciendo mucho antes que las retenciones (artículo extraído y seleccionado)

DATOS CUANTITATIVOS (Censo Nacional Agropecuario 2002)

En la provincia de Córdoba existen 25.620 Explotaciones agropecuarias (EAP), que cubren 12.244.257 has.
Las EAP de hasta 100 has de extensión corresponden al 3% del total de tierras privadas.
El régimen de tenencia se caracteriza de la siguiente manera: 64% propiedad privada, el 17% arrendamiento, el 12% en sucesión.
La superficie implantada en este tipo de extensión alcanza el 60%, siendo el implante por oleaginosas es alrededor del 20% del total de la superficie de las EAP (considerando 1º y 2º ocupación), el 40% se superficie implantada. Aproximadamente el 37% de la superficie implantada es utilizada para forrajes (anuales -21%- o perennes -16%-).
El 3% de las tierras implantadas corresponden a EAP de hasta 100 has. El 9% de hasta 200 has. El 21% a EAP entre 200 y 500 has.

El 70% de las oleaginosas que se producen en Córdoba corresponden a EAP de 500 has. o más (grandes productores), el 21% a EAP de 200 a 500 has. (medianos productores) y el 7% a EAP de 100 a 200 has. Las EAP de menores a 100 has. (pequeños productores) producen el 3% de las oleaginosas de la provincia.

El 72% de la superficie implantada de oleaginosas se realiza en los departamentos de: Marcos Juarez (14%); Río Cuarto (13%); Unión (11%); Río Segundo (9%); Juarez Celman (9%); San Justo (8%); Tercero Arriba (8%).

La tenencia de la tierra
Si analizamos como se combina la tenencia de la tierra en los departamentos sojeros, con la extensión promedio de las mismas, encontramos lo siguiente (cantidad de EAP y extensión promedio), considerando las formas de tenencia más importantes:

Departamento - Tenencia inicial - Propietario que además Arrienda - Propietario Arrendatario Marcos Juarez 797 (38%) 291 (14%) 642 (31%)
Extensión prom 308 ha 267 ha 507 ha

Río Cuarto 1569(53%) 307(10%) 852(29%)
Extensión prom 407 ha 315 ha 666 ha

Unión 789 (44%) 291 (16%) 608 (34%)
Extensión prom 395 ha 425 ha 648 ha

Río Segundo 537 (38%) 262 (18%) 550 (39%)
Extensión prom 226 ha 298 ha 467 ha

Juarez Celman 446 (46%) 81 (8%) 164 (31%)
Extensión prom 639 ha 581 ha 636 ha

Tercero Arriba 341 (31%) 158 (14%) 402 (36%)
Extensión prom 280 ha 287 ha 483 ha


La expansión de la frontera agropecuaria
A partir de la década del ´70 se ha ido conformando un “nuevo orden agrícola internacional” que ha significado para los países de América latina un modelo de liberalización de la agricultura. Las principales consecuencias de este modelo son: las políticas agrarias se han convertido en una herramienta más de las políticas macroeconómicas; no hay una estrategia de soberanía alimentaria y mucho menos de desarrollo del sector rural. Se ha desprotegido a los medianos y pequeños productores y, sobre todo a las agriculturas campesinas. Al integrarse al mercado agrícola internacionalizado, no se puede competir con los altos subsidios que los países desarrollados brindan a sus agriculturas, sobre todo a las de exportación; se entra con desventaja a una guerra de bajos precios agrícolas internacionales propiciado por las trasnacionales; se produce también una gran dependencia de los insumos externos, lo que eleva enormemente los costos de producción.
Como consecuencia de esto, se desarticula la producción campesina, se propicia la migración y se eleva la pobreza rural. Se provoca una gran destrucción de recursos naturales por la deforestación, por la contaminación de aguas y de suelos. Y se propicia también la pérdida del patrimonio genético de los países y la contaminación de las semillas criollas por el uso de transgénicos. (Quintana y Victor 2005). La lógica de este modelo, entonces, produce la desaparición de numerosos productores agropecuarios y emerge “una agricultura sin agricultores” que desarticula la agricultura familiar de pequeños y medianos productores y campesinos. (Teubal, Domínguez y Sabatino, 2005).
Este modelo se refleja en la Argentina con una transformación en la producción agropecuaria pampeana, de la mano del nuevo paradigma económico y tecnológico. Dicho proceso se consolida en la década del ’90 con un modelo productivo agrícola basado en un paquete tecnológico que permite el desarrollo de un importante complejo agroindustrial.
Según Boy (2005), se identifican los siguientes factores como los que dan forma al cambio productivo:
º El desarrollo de los híbridos
º Cambio productivo hacia productos de exportación, los commodites, en detrimento de productos destinados al mercado interno; y la utilización de este espacio para el posicionamiento de las grandes multinacionales dedicadas a la producción de granos.
º Innovación en transgénicos, es decir semillas de soja RR, tolerantes a aplicaciones del herbicida total de glifosato. La soja RR coincidió con los requerimientos de los commodities.
º La siembra directa reemplaza las técnicas productivas tradicionales por su manejo “conservacionista” del suelo, siendo un procedimiento adecuado para la siembra de transgénicos y para incrementar la productividad.
A estos factores, resultado principalmente de innovaciones tecnológicas, se le suman el incremento en la utilización de fertilizantes de síntesis química, y fundamentalmente, la incorporación de tierras vírgenes o de utilización para rotación de ganadería y agricultura. En términos cuantitativos, el resultado a nivel nacional se traduce, según la comparación de los Censos Agropecuarios Nacionales CNA1988 y CNA 2002 (Domínguez y Sabatino, 2006):
º Incremento de la superficie implantada en un 8,70%
º Aumento del 150% de superficie implantada con soja (en primera y segunda ocupación)
º Disminución del 3,1% de cabezas de ganado bovino entre censo y de aproximadamente el 9,5% considerando la caída desde 1995 (en 1996 comienza la implantación de la soja RR)
º Reducción de la superficie destina a cultivos industriales en un 35,6%
º Reducción de explotaciones agropecuarias (EAPs) en un 20,8%
º Incremento del tamaño medio de las EAPs de 469 ha . a 588 ha ., un 20,4%
Estos cambios tuvieron efectos notables, cambios en la producción y la productividad, llevando a una modificación del paisaje rural, lo cual puede resumirse en: concentración del capital y desplazamiento de los pequeños productores.
El impacto en la relación tierra-capital-trabajo es significativo en la actividad agrícola. En los trópicos, 100 hectáreas dedicadas a la agricultura familiar pueden crear hasta 35 empleos, la soja apenas 1,5. El actual boom en la industria ha creado economías de escala gigantesca y centralizado la explotación. “Los poderosos grupos cerealeros, motivados por las ventajas en la explotación de determinados productos se expanden en toda la zona, a esto hay que agregar la presencia de los grupos petroleros y de cultivos transgénicos, los cuales refuerzan su presencia en toda al cadena de valor, como son los casos de Cargill y ADM que controlan el 65% del mercado mundial de cereales y Monsanto y Sygenta que dominan el mercado de productos genéticamente modificados” (Le Monde Diplomatique, Holtz-Gimenez, 2007). El resultado ha sido la expulsión de los pequeños productores agropecuarios, tanto de sus tierras como del mercado. El sur de Brasil, norte de Argentina, Paraguay y el este de Bolivia, región de más de 50 millones de hectáreas se ha la denominado “Republica de la soja” y el desplazamiento es constante.

(Extraído de la Investigación "Organizaciones Campesinas y Acumulación Capitalista. El caso de Córdoba" - Equipo de trabajo de la Facultad de Cs. Ec. - UNC - Ponencia presentada en el II Coloquio de la Sociedad Latinoamericana de Economía Política y Pensamiento Crítico. “América Latina: Desafíos y perspectivas para la construcción de una nueva sociedad" - Caracas, Venezuela).


“La lucha es por el derecho a la tierra de quien la posee y por el acceso a la tierra del que no.
Por justicia, Educación, Soberanía Alimentaria y por las garantías de poder desempeñar una vida digna en respeto con y en el medio ambiente”
(Comunicado de prensa del Movimiento Campesino de Córdoba, Alta Gracia, 16 de septiembre de 2006)

26.3.08

http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-101181.html

¿CONTRA PARO?

Empieza el contra-paro contra la medida de fuerza del campo

Fedecámaras y asociaciones de consumidores convocaron a un contra-paro como forma de protesta contra la huelga del campo, que ya lleva 13 días.
Rubén Manusovich, titular de Fedecámaras, y cercano al kirchnerismo, fue quien motorizó la idea. "Hoy, pasado y hasta el jueves realizaremos un contra-paro, que se asemeja al contra piquete de los trabajadores, pero nosotros junto a asociaciones de consumidores vamos a acompañar este contra-paro al campo no comprando productos que estén inflados como resultado de la poca oferta", dijo este. "solicitamos al gobierno nacional aplicar la ley de abastecimiento; esta declaración de boicotear tiene significado de acompañar las decisiones del gobierno nacional", agregó.
"Que el gobierno no intervenga más en materia de retenciones significaría que el kilo de carne, que actualmente está entre 10 y 20 pesos en los 13 cortes populares, pase a costar entre 80 y 100 pesos; el kilo de fruta entre 20 y 30 pesos; la leche alrededor de 5 a 10 pesos; y el pan entre 15 y 20 el kilo", ponderó en relación al reclamo del agro. Además, Manusovich dijo que Fedecámaras marchará junto a los piqueteros que el próximo jueves escracharán a la Sociedad Rural Argentina.

Periodismo.com

Discurso de Cristina Fernández, martes 25 de marzo

Discurso de Cristina Fernández en el acto de firma de convenios entre AySA y municipios bonaerenses
martes, 25 de marzo de 2008

PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, DOCTORA CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN EL ACTO DE FIRMA DEL CONVENIO ENTRE AySA Y MUNICIPIOS DEL CONURBANO BONAERENSE, EN EL SALÓN SUR DE LA CASA DE GOBIERNO.

Recién escuchaba muy atentamente las palabras del señor presidente de AySA, nuestra empresa de aguas, que atiende a la provincia de Buenos Aires, por lo menos a gran parte del conurbano bonaerense, y a la Capital Federal, y escuchaba hablar de transformación, de lo que significa una política inédita en materia de saneamiento durante las últimas décadas.

Pero yo quiero permitirme, en esta tarde, de hoy, hablar de la profunda transformación que ha tenido nuestro país.
Las imágenes que me tocó ver este fin de semana largo, aquí en la República Argentina, casualmente en Semana Santa, siempre Semana Santa ha sido emblemática para los argentinos, y como si fuera una señal pegada, en esta oportunidad, a la memoria de una de las peores tragedias que tiene la historia Argentina, y que fue la del 24 de marzo de 1976. Son señales tal vez que se toma la historia, la casualidad, pero lo cierto es que en estos cinco días, el último día fue 24 de marzo.
Creo que en lo que nosotros pudimos ver, en estos días, hemos visto la transformación tan importante, que ha tenido la Argentina, desde el año 2003, a la fecha. Recuerdo esa Argentina de los años 2003, 2002, 2001, miles de argentinos en piquetes, cortando calles, rutas porque les faltaba trabajo, porque hacía años que habían perdido su trabajo o, tal vez, en el 2001, porque se habían apropiado de los depósitos de pequeños ahorristas de la clase media, Eran los piquetes, como digo yo, de la miseria y la tragedia de los argentinos.
Este último fin de semana largo nos tocó ver la contracara, lo que yo denomino los piquetes de la abundancia, los piquetes de los sectores de mayor rentabilidad.
La Argentina ha cambiado muchísimo, se ha transformado de aquella tragedia a esto que parece casi un paso de comedia, porque si bien la historia ha cambiado y algunos sectores que parece ser que insisten con las mismas prácticas de siempre y que parece que no están decididos ni a cambiar ni a comprender ni a entender. (APLAUSOS). Y aquellos argentinos que desesperados por la falta de trabajo, por la miseria se lanzaron a las calles y que fueron duramente denostados de algunos medios. Yo me acuerdo, año 2003, 2004, como pedían al Gobierno que diera palos y pusiera orden en la República Argentina; infinidad de editoriales, de artículos pidiendo orden para los que no tenían trabajo.

Hoy, afortunadamente, millones de argentinos han recuperado la dignidad del trabajo y curiosamente, entonces, aparecen nuevamente los piquetes, pero esta vez mucho más violentos y protagonizados por el sector, tal vez, de mayor rentabilidad de los últimos cuatro años y medio o cinco. ¿Y por qué hago esta señalización tan exclusiva de fechas o de períodos? Porque alguien desprevenido que viera la imagen diría, "bueno, este es un sector que siempre fue rentable, que tuvo una altísima rentabilidad, de repente viene un Gobierno, el ‘gobierno malo' del presidente Kirchner o la "presidenta mala' Cristina Fernández de Kirchner que quiere apropiarse de una rentabilidad que venía de mucho tiempo en el sector". Pero es exactamente a la inversa, porque junto con aquellos desocupados, junto con aquellos ahorristas, también captados en sus depósitos, los productores del campo se debatían, también, entre el remate de sus campos y la falta de competitividad que la economía argentina, como tal, como sistema macroeconómico los había llevado al fondo del pozo.
Eso sí, allá por 1991, cuando se instaura la convertibilidad, el uno a uno, se eliminaron las retenciones. No había retenciones en la República Argentina, eso sí casi nos quedamos sin productores con el uno a uno. Yo me acuerdo el surgimiento de los movimientos de mujeres en lucha porque remataban los campos, me acuerdo los primeros tiempos de nuestro propio Gobierno, cuando los dirigentes ruralistas, que hoy amenazan, no al Gobierno, sino a la sociedad con el desabastecimiento de comida, venían a pedir que por favor tuviéramos una política de recuperación en materia de créditos bancarios para que no fueran rematados sus campos; política que realmente se llevó a cabo desde el Banco Nación, que siempre -bueno es reconocerlo- hizo el aguante a todos los productores.

Hay una rara conducta, muchas veces, es como que cuando hay pérdidas la sociedad debería absolverlas, es una suerte de socialización de las vacas flacas y cuando las vacas vienen gordas, las vaquitas para ellos y las penitas para los demás. (APLAUSOS).
Yo quiero aportar, porque siempre es bueno aportar reflexión y pensamiento y preguntarles a todos y cada uno de los que integran el sector, más allá de que algunos me dicen: "hay una fuerte carga ideológica". Bueno, uno puede ser peronista, antiperonista, no peronista, comunista, puede ser cualquier cosa, en política se puede ser cualquier cosa, pero en economía hay que tratar de ser lo más sensato y racional posible. Es precisamente a partir del gobierno que se inicia en el año 2003, donde realmente comienza a tener competitividad el sector, no es solamente un problema de alza de las commodities. Para los brasileros también subió el precio internacional, sin embargo el sector agropecuario brasilero, que no tiene retenciones, tiene un 16 ó 17 por ciento menos de rentabilidad que el sector agropecuario argentino. Y ¿por qué? Muy simple, por el tipo de cambio; sostener un tipo de cambio competitivo, como lo hace el Estado argentino a través de un sistema, no de regulación cambiaria, sino de administración cambiaria, es decir, absorbemos dólares cuando entra y se liquida toda la cosecha para que se mantenga el valor porque sino el dólar se cae, se hace con una política que está siendo sustentada por el Gobierno y que también forma parte de la utilización del superávit fiscal.
Pero además del tipo de cambio, imaginen por un instante, todos los hombres y mujeres que dedican su vida con pasión al trabajo en el campo, que este dólar no estuviera más a 3,17 o 3,18, que de repente estuviera a un tipo similar al que está la relación del real, por ejemplo, con el dólar, qué sucedería, si realmente el Estado no se dedica a comprar dólares, que también lo hace con el superávit fiscal.

Pero imaginemos, por un momento, que tampoco hubiéramos desacoplado los precios del combustible; el campo consume aproximadamente 4 mil millones de litros de gasoil, 4 mil millones de litros de gasoil, que no tienen a un precio internacional, sino a un precio argentino subsidiado por todos los argentinos, subsidiado por todos los argentinos (APLAUSOS). Pero sigamos imaginando, además, que los salarios no fueran en pesos argentinos o las tarifas no fueran en pesos argentinos, es el sector que exporta prácticamente todo. La soja se exporta, prácticamente, en un 95 por ciento, no se exporta en pesos argentinos, se exporta en euros, en dólares, pero los costos son argentinos que sostiene el peón rural, que es el peor pagado de toda la escala salarial. (APLAUSOS). Lo sostiene el peor pagado y el que más trabajo en negro hay, de esto se puede dar fe, también, en el Ministerio de Trabajo, pese a las constantes inspecciones y contralor que se hace desde el Ministerio de Trabajo. Pero todos saben que lo que estoy diciendo es cierto.
Entonces esta competitividad que tiene el sector y que le ha agregado tecnología, inversión y que está muy bien que lo haga, pero que las condiciones macroeconómicas del modelo que tanto critican y que es instauró desde el 25 de mayo de 2003, es el que los ha tornado absolutamente competitivos y con una rentabilidad nunca vista. Por eso digo, es bueno explicar estas cosas, qué pasaría, además, porque se habla también de la voracidad fiscal. En principio, si no hubiera retenciones, quiero decirles a los argentinos, que el pollo, la carne, la leche la verían por televisión porque realmente la historia de las retenciones en la Argentina, que no empieza con el Gobierno del presidente Kirchner, sino que ya se da inclusive, desde el siglo XIX, siempre tiene que ver cuando se adquiere un tipo de cambio competitivo, precisamente porque al ser un sector muy vinculado con la exportación, la retención actúa como un efecto redistributivo que permite también, mediante el pago de compensaciones, porque quiero decirles que también pagamos compensaciones al sector lechero para que el precio de la leche pueda estar accesible para todos los argentinos. Si no pagáramos ese subsidio que se reconoce por cada litro de leche, el precio de la leche, que es uno de los que más ha crecido en el mercado internacional, estaría francamente a precios prohibitivos.

Pero además, ese superávit fiscal que ayuda a sostener a todos los argentinos, inclusive, los que menos tienen son los que más aportan, porque el IVA, que es el principal ingreso impositivo argentino, lo pagan todos, hasta los desocupados cuando van a comprar un litro de leche o un kilo de pan. (APLAUSOS)
Las retenciones que contribuyen a conformar el ingreso fiscal en aproximadamente un 10 por ciento, no solamente se utilizan entonces para sustentar estas condiciones macroeconómicas del sector y que sigan siendo competitivo, sino también, por ejemplo, para infraestructura.
Yo escuchaba el otro día a un productor que decía "cuando se nos inundaba el campo en La Picasa nadie nos vino a dar una ayuda". La laguna La Picasa es una laguna ubicada en la provincia de Santa Fe, en zona limítrofe también con Entre Ríos, que inundaba toda la zona y yo me preguntaba dónde estaba este hombre el día que yo fui a inaugurar con el presidente Kirchner La Picasa donde el Estado argentino, los argentinos invirtieron 62 millones de pesos. (APLAUSOS)
¿Saben cuánto hemos invertido, argentinos, en obras hídricas que han permitido recuperar 8 millones de hectáreas que se anegaban? 3.600 millones de pesos. (APLAUSOS) También es parte del superávit fiscal. Hectáreas que, bueno es decirlo, cuando se recuperaron estaban en el orden, no sé, de los 500, 800 dólares la hectárea, hoy, están a precios siderables, se han quintuplicado, sextuplicado los precios. Esto lo saben todos, pero lo saben también todos y cada uno de los habitantes que tienen un vecino o un amigo o un conocido en el pueblo en la ciudad que lo vieron siendo propietario, dueño de campo en el 2001, en 1999 y lo ven hoy, han visto cómo han podido reconstituir y recuperar su nivel de vida.

Está bien, nadie critica que puedan comprarse una 4 por 4 o que vivan bien y que tengan lo que tantísimos argentinos querrían tener; lo que no me parece bien es que además quieran hacerlo a costa de que otros argentinos no puedan acceder a las cuestiones más elementales. (APLAUSOS)
Yo quiero contarles además, argentinos, que en obra viales, que atraviesan todas las provincias argentinas, yo veía el otro día a un grupo de productores ahí en Ceibas, en el cruce de la 14, ahí estamos construyendo la Ruta 14, la autovía, la famosa "ruta de la muerte", lo sabe el Gobernador de Entre Ríos, ¿con qué fondos creen que se construyen estas obras de infraestructura, la Ruta 9? 18.000 millones de dólares hasta ahora únicamente en obra viales, hace poco inauguré la 81 que atraviesa la provincia de Formosa y 5.600 millones de dólares más que vamos a invertir este año.
Yo me preguntaba cuando hablaba de la zona de Villa María, Córdoba, Río IV -allí veo a un diputado de Río IV- la Ruta 9, ¿por qué se hace intransitable? Porque había agua, no, intransitable por la cantidad de camiones que transportan mercaderías. Y está muy bien que lo hagan, reses, granos, para salir por el puerto cerealero más grande del mundo que es Rosario. Para ellos también lo estamos haciendo y para ellos fundamentalmente es la Ruta 9, yo no ando por la Ruta 9 ni ando subida transportando camiones, la mayoría de los argentinos tienen otras actividades. Con lo cual uno puede observar el inmenso despliegue de infraestructura en materia vial, en materia de recuperación hídrica.
Y también en otros como en educación: 12 provincias argentinas reciben el aporte del Tesoro Nacional para que sus maestros tengan un salario digno, ni qué ver las escuelas.

Me invitaba el otro día el intendente de La Calera para que inaugurara la escuela técnica más grande de la Argentina hecha también durante esta gestión. La escuela técnica para formar obreros argentinos.
Así podría seguir enumerando todo lo que significa la infraestructura en materia vial, en materia económica y social para todos los argentinos.
Pero también me puse a mirar los datos de exportaciones en estos días de huelga. ¿Para quién es la huelga pregunto? Entre el día 13 de marzo y 23 de marzo, en esos 10 días, han salido exportaciones por 402 millones de dólares, de los cuales, 122 millones de dólares son de maíz. Yo leía un cable de hoy de Roberto Doménech, presidente de la Asociación de Productores Avícolas que denunciaba que se le están muriendo los pollos por la falta de maíz.
La huelga me parece que se la están haciendo a los argentinos, porque las exportaciones siguen viento en popa. Los pedidos de embarque entre el día 5 de marzo y creo 18 de marzo, si mal no recuerdo, van por 2.900.000 toneladas de granos.
O sea, podrán morirse los pollos argentinos veremos también tal vez crecer el precio de los mismos. Ustedes saben que los argentinos consumen aproximadamente 30 kilos de pollo por año más unos 70 kilos aproximadamente de carne, lo que nos convierte en uno de los consumidores de proteínas más importantes del mundo y bienvenido sea porque eso nos da neuronas y porque eso nos da una calidad humana que nos ha distinguido en toda la América latina, pese a que algunos, tal vez, les gustaría que lo que comen los argentinos a precios argentinos pudieran exportar mucho más y entonces tener mayor rentabilidad. (APLAUSOS) Pero esto es lo que yo digo qué país queremos, si queremos volver al país de unos poquitos o queremos volver a un país más justo, con mayor equidad, con mayor distribución.

Porque las retenciones, no son medidas fiscales, son profundas medidas redistributivas del ingreso. Escucho y leo muchas veces a periodistas que por allí tienen un marcado tinte progresista, encarar el tema de las retenciones desde una percepción únicamente fiscal. Pero a ver, ¿qué es la distribución del ingreso? ¿Cómo se hace la distribución del ingreso si no es, precisamente, sobre aquellos sectores que tienen rentas extraordinarias sino de qué ejercicio me están hablando en materia de distribución del ingreso, a quién le vamos a pedir, a los países fronterizos, a quién, qué es la distribución del ingreso? Algo que siempre se declama, algo que siempre se dice pero que muy pocas veces se cumple, ¿por qué?, porque hay que tocar intereses que muchas veces son muy poderosos y que cuestan.
Yo quiero llamar a todos estos sectores de los cuales también son parte de la Argentina, parte importantísima de la Argentina, son gente que produce, son gente que trabaja y que tiene la suerte de tener una excelente rentabilidad por políticas que han sido sustentadas por todos los argentinos. Pero así como les digo y los llamo a la reflexión, también les digo que no me voy a someter a ninguna extorsión, a ninguna, a ninguna. (APLAUSOS)
Yo puedo entender los intereses del sector, pero quiero que sepan que soy Presidenta de todos los argentinos y que tengo que gobernar para todos los argentinos y para los intereses de todos los argentinos y para que los argentinos que vivimos aquí, en la Argentina, sigamos teniendo costos también argentinos en materia de alimentos, en materia de todo lo que hace a nuestra vida cotidiana. Porque somos todos nosotros los que con el esfuerzo sostenemos este modelo y permitimos que los sectores que tienen una mayor competitividad, puedan tener también una mayor rentabilidad.

Yo quería, finalmente, dirigirme a todos los argentinos y pedirles un esfuerzo muy grande de tolerancia, porque siempre las pujas distributivas y los enfrentamientos con sectores generan, en definitiva, violencia, violencia que por cierto he visto mucho más en los sectores de alto poder adquisitivo que en aquellos que no tenían trabajo.
Me tocó escuchar este fin de semana a un muchacho de Chivilcoy que decía que le habían dado un "puntazo" -lo escuché por un canal de televisión- porque estaba distribuyendo carne en el pueblo de Chivilcoy. Lo entrevistaba alguno que no quería que vendiera carne le había dado un "puntazo". Violencia que realmente es inentendible sobre todo -siempre es inentendible la violencia- pero cuando tiene un determinado lugar en la sociedad, cuando uno tiene una determinada posición económica, una determinada holgura económica, la violencia es mucho más incomprensible y mucho más insostenible. Porque si alguien que pertenece a uno de los sectores de mayor rentabilidad en la Argentina actúa con ese grado de violencia, ¿qué podemos esperar de alguien que no tiene trabajo, que nunca tuvo casa, esos pibes para los cuales muchas veces sin trabajo y sin familia se pide bala y palo? (APLAUSOS)
La verdad es que me parece que deberíamos todos hacer un ejercicio de reflexión, pero sepan que voy a seguir representando los intereses de todos los argentinos, de los que me votaron y de los que no me votaron también porque ese es mi deber como Presidenta de la República Argentina y lo pienso ejercer con todos los instrumentos que la ley, la Constitución y el voto popular me han conferido.
Muchas gracias. (APLAUSOS)
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AGUANTE EL PROYECTO NACIONAL!!!!!
LAS CONTRADICCIONES NOS VAN A FORTALECER!!!!